EFESIOS 4:1 al 3.
1 yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;5 un Señor, una fe, un bautismo,6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.8 Por lo cual dice: Subiendo a la alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Con este versículo comienza lo que podría denominarse la sección práctica de la epístola, aunque el apóstol Pablo no consideraba la doctrina y la práctica como algo separado de la fe. La teoría y su aplicación están entretejidas en la trama de la presentación que hace Pablo del gran tema acerca de la unidad de los creyentes. Sin embargo, en esta sección se presentan exhortaciones especiales respecto a los deberes y privilegios del cristiano debido a la gracia recibida y a las responsabilidades mutuas entre los creyentes. El énfasis se coloca aquí más en los efectos que en las causas de la vida espiritual.
Que andéis como es digno.
Ver com. Efe. 2: 2; cf. Efe. 2: 10; 5: 8, 15; Col. l: 10. Es imposible ser plenamente digno de nuestro llamamiento; pero podemos colocarnos continuamente bajo la dirección de Dios. El Señor no nos ha llamado porque somos dignos; la dignidad viene después del llamamiento. Si dependiera de una dignidad innata, Dios no llamaría a ningún hombre. Cuando el hijo pródigo reconoció que era indigno de ser llamado hijo de su padre, estaba expresando la confesión de todo pecador arrepentido (Luc. 15: 19). Se exhorta a los efesios, que en un tiempo eran extranjeros y advenedizos, pero que habían sido incorporados para formar un solo cuerpo con el antiguo pueblo de Dios y recibido las promesas, a que presentes alguna evidencia de ese cambio que es fruto de la bondad divina. Caminar por la senda cristiana significa más que una simple preocupación por diferentes actos externos de conducta; depende de la actitud o condición interna que da origen a la motivación que impulsa los actos de conducta
2.Humildad.
Gr. tapeinofrosúne, "humildad de corazón", y "modestia" (ver como Hech. 20: 19). La idea de "humildad" no era tenida en gran estima entre los pueblos no cristianos. En escritos seculares, tapeinofrosúne y las palabras relacionadas con ella significaban degradación o envilecimiento del espíritu; pero el cristiano ensalzó el sentido del término haciéndolo significar humildad abnegada. El Maestro se describió a sí mismo, en relación con el yugo que sus seguidores deben asumir, como "manso y humilde de corazón" (Mat. 11: 29). La orden de andar en toda humildad es dura para el corazón inconverso, pues está en contra de cada impulso natural del espíritu humano. Mansedumbre.
Gr. praót's (ver Gál. 5: 23; cf. com. Mat. 5: 5, donde se usa el adjetivo afín praús). El que es humilde acepta ser perjudicado por causa de otros y se somete a las dificultades de la vida con resignación cristiana y esperanza. Sin esta cualidad tan esencial 1020 para la unidad de la iglesia, pronto se producirán divisiones. Como la mansedumbre es la negación de la agresividad aun ante la provocación, no puede existir sin humildad.
Paciencia.
Gr. makrothumía (ver com. Rom. 2: 4; Gál. 5: 22). La paciencia es la esencia de la resignación en toda circunstancia y desde todo punto de vista. La paciencia es una cualidad divina que Dios ha demostrado que posee a través de los miles de años de pecaminosa rebelión de los ángeles y los hombres. Se produce en el hombre como no fruto del Espíritu. Esta palabra se usa frecuentemente para describir la paciencia divina (Rom. 2: 4; 1 Tim. l: 16; 2 Ped. 3: 15).
En amor.
La paciencia sólo se manifiesta en un corazón que ama.
3.Solícitos.
O "esforzándose de veras". La unidad del Espíritu.
Pablo da por sentado que ya existe esta condición para la unidad proporcionada por el Espíritu, y, en consecuencia, insta a que sea mantenida mediante el ejercicio de las virtudes que ha enumerado. El apóstol procede en seguida a presentar siete asuntos que producen esta unidad, cuyo "vínculo" es la paz.
Ver coro. cap. 1: 23; 2: 15-16. El artículo "un" o "una" se repite siete veces en este pasaje (cap. 4: 4-6). El tema del apóstol en estos versículos es la unidad. Hay muchos miembros, pero sólo un cuerpo (ver com. 1 Cor. 12: 12-14). El cristiano no es un peregrino solitario; pertenece a un organismo viviente, la familia de Dios. Esta unidad reemplaza en el corazón del cristiano al Estado, al club y aun a la familia, como el objeto supremo de su afecto.
Un Espíritu.
A este Espíritu, el cual fue enaltecido ante Nicodemo como poder regenerador (Juan 3: 5), se hizo referencia en el vers. 3. Todos los dones, los frutos y las gracias de la vida del cristiano, provienen del Espíritu que mora íntimamente en la vida personal de los creyentes, y de esta forma, por extensión, en la iglesia. El Espíritu elimina las divisiones que hay en todo ser humano, las desarmonías íntimas que convierten la vida de muchos en verdaderos campos de batalla. La desunión es un indicio cierto de la ausencia del Espíritu Santo
Una misma esperanza.
La esperanza ante la exhortación de Dios al corazón humano: la esperanza de salvación y de la manifestación de nuestro Señor (Tito 2: 13). El establecimiento final del reino es la esperanza que proporciona una base firme para la paz, la alegría, el valor y el buen ánimo. El Espíritu vivifica esta esperanza (cf. Efe. 1: 13-14), la cual, a su vez, unifica a los creyentes y llega a ser verdaderamente una "esperanza viva" (1 Ped. 1: 3). Esta esperanza conduce necesariamente a un cambio total en la vida del creyente, porque "todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo" (1 Juan 3: 3).
De vuestra vocación.
Es decir perteneciente a vuestra vocación e inseparablemente unido a ella. El llamamiento divino engendra esperanza.
Ver. com. 1 Cor. 8: 6. Este es el supremo propósito de la lealtad. Quienes se someten plena y fielmente al mismo Señor, no están enemistados el uno con el otro. Dios es Señor por creación y por recreación. Toda autoridad se fundamenta sobre él. 1, a entrega completa a Dios es un requisito; pero esta entrega puede producir supremo gozo al cristiano. "Sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos" (1 Juan 2: 3).
Una fe.
Pablo parece referirse a la fe en Cristo como Salvador personal, y no a la fe como credo o sistema doctrinal (cf. com. Rom. 1: 5). Hay sólo un medio de salvación: la fe (ver com. Gál. 2: 16). Los judíos y los gentiles entrarían en el "cuerpo" (Efe. 4: 4) por el mismo camino (Rom. 3: 29-30).
Un bautismo.
El bautismo por inmersión simboliza adecuadamente la muerte y la resurrección; además, significa purificación y separación, y un testimonio público de la unión del creyente con el cuerpo de Cristo. Los que son así iniciados en la iglesia visible crecen a la semejanza de la muerte y resurrección de Cristo (Rom. 6: 3-5).
6.Un Dios y Padre de todos. Ver com. 1 Cor. 8: 6. De nuestro Padre proviene toda unidad. El hecho supremo que puede describir el corazón humano es que Dios es un padre en quien se puede confiar, un verdadero amigo para el ser humano. Los hombres han clamado siempre por alguien a quien dirigirse confiadamente en medio de un mundo hostil.
Sobre todos.
Dios reina soberanamente sobre todo lo creado.
Por todos.
En griego se emplea la preposición día, cuyo significado es más amplio que 1021 el de la preposición "por". En este caso día puede significar "a través" o "entre". De acuerdo con la primera posibilidad, varios comentadores han sugerido que las palabras diá pánton, "a través de todos", se refieren al poder divino en acción ("que actúa por medio de todos" [BC]); de acuerdo con la segunda posibilidad, a la omnipresencia divina (ver com. Sal. 139).
En todos.
Esta expresión indicaría nuevamente la íntima relación personal que el Dios soberano y omnipresente tiene con cada uno de sus hijos.
Existen un orden y un propósito bien definidos en la distribución de responsabilidades y talentos a cada persona (cf. Rom. 12: 6). Cada don contribuye con su característica particular a la unidad de la iglesia. No hay lugar para el orgullo en los que poseen muchos dones, porque su responsabilidad es también mayor. Tampoco hay lugar para los celos de quienes han recibido menos talentos, pues sólo son responsables del desarrollo de lo que han recibido (ver PVGM 262 -263; MJ 307; 2T 245; 3JT 303-304).
En Efe. 4: 7-13 se describe la diversidad de dones en la iglesia. Pablo se ocupa más ampliamente del tema en 1 Cor. 12. Compárese con la enseñanza de Jesús en la parábola de los talentos (Mat. 25: 14-30; PVGM 261-300). Hay variación no sólo en los dones sobrenaturales que Dios da a los hombres para propósitos y ocasiones especiales, sino también en las facultades espirituales que son corrientes en diferentes personas.
8.Dice.
Una cita de Sal. 68: 18. En cuanto al significado de la expresión original, ver com. Sal. 68: 18 y la Introducción a este salmo. Subiendo.
Pablo aplica las palabras del salmista a la ascensión de Cristo. Destaca que la ascensión del Salvador es la garantía de su poder de dar a los hombres los dones del Espíritu (cf. com. 1 Cor. 15: 12-22).
Llevó cautiva la cautividad.
El término griego aijmalÇsía puede significar la idea abstracta de "cautividad" y también el sustantivo concreto "cautivos"; ambos significados se complementan. De acuerdo con la primera, Cristo, mediante su victoria en la cruz y su ascensión, llevó "cautiva la cautividad" del pecado; según el segundo sentido posible significaría "llevó cautivos a cautivos". En este segundo caso el salmo se estaría refiriendo a enemigos cautivos del rey de Israel. "Llevó cautiva la cautividad" probablemente se refiere a los muertos (cautivos) que fueron resucitados cuando Cristo resucitó (Mat. 27: 51-53; cf. PE 184, 190-192; DTG 730). La cadena de la muerte fue quebrada. Los cautivos de Satanás fueron liberados por el poder de Cristo que implica liberación, resurrección y victoria.
Dio.
En el texto hebreo y en la LXX, Sal. 68: 18 dice "recibió" y no "dio". Pablo, autor inspirado, está adaptando la declaración del salmista a la obra de distribución de dones espirituales que Cristo hizo inmediatamente después de su entrada triunfal en los cielos.
9.Subió. . . descendido.
La ascensión de Cristo implica su anterior descenso (cf. Juan 3: 13). El hijo de Dios no sólo descendió a la tierra, sino que vivió las mismas profundidades de las experiencias humanas, haciendo de esta manera más sublime su ascensión al trono de gloria.
Primero.
La evidencia textual (cf. p. 10) establece la omisión de esta palabra.
Las partes más bajas de la tierra.
Se puede entender esta frase como que se refiere a la tierra considerando a ésta en aposición con "partes más bajas", o a "infierno" (hád's, ver com. Mat. 11: 23), adonde se dice que fue el alma de Cristo cuando murió (Hech. 2: 31; ver t. V, 895). La última interpretación se referiría especialmente a la muerte y entierro de Cristo. La humillación de Cristo fue lo que produjo su ensalzamiento (Fil. 2: 5-11). Por medio de esa experiencia se convirtió en un Sumo Sacerdote comprensivo y eficaz, familiarizado con todas las vicisitudes de la vida humana incluso la muerte (Heb. 2: 14-18; 7: 25-27).
10.El mismo.
Descendió hasta lo máximo; pero su "ensalzamiento" fue mucho mayor que su humillación voluntaria (cf.
Efe. l: 10, 20-23).
Por encima de todos los cielos.
Quizá sea la expresión Figurada para expresar la magnitud del ensalzamiento de Cristo. Los judíos hablaban de siete cielos, y Pablo se refirió al tercer cielo (2 Cor. 12: 2).
Llenarlo todo.
Algunos sostienen que el apóstol está hablando de la omnipresencia de Cristo; que Cristo como hombre había aceptado las limitaciones propias de la humanidad, pero que después de la resurrección estuvo en condiciones de otorgar sus dones y prodigar su gracia con gloria y poder ilimitados; 1022 que él es la Luz del mundo, el Sol de justicia que alcanza con sus rayos vivificantes hasta el más oscuro rincón. Otros sostienen que el apóstol habla de Cristo que llena todo en el sentido de que él es la cabeza del cuerpo, "la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo" (Efe. 1: 23). Toda bendición conocida por el hombre proviene de él.
11.Apóstoles.
Ver com. Hech. 1: 2; 1 Cor. 12: 28. Pablo no está diciendo que ciertos dones fueron dados a los hombres para que llegaran a ser apóstoles, sino que quienes recibieron los dones fueron a su vez entregados a la iglesia. La iglesia recibía a hombres debidamente capacitados para las funciones en su ministerio. Cf. Rom. 12: 6-8.
Profetas.
Ver com. Gén. 20: 7; Mat. 11: 9; 1 Cor. 12: 10. Los profetas exponían y explicaban la voluntad de Dios que les había sido dada a conocer por medios sobrenaturales. Se los menciona juntamente con los apóstoles en Efe. 2: 20; 3: 5. La predicción del futuro no es tarea esencial del "profeta", ni es parte de todos los mensajes impartidos por los profetas (Hech. 15: 32; 1 Cor. 14: 3). El don de profecía fue indispensable para la fundación de la iglesia en los tiempos del NT, y es el guía constituido para la iglesia remanente (Apoc. 19: 10).
Evangelistas.
Gr. euaggelistós, "predicador del Evangelio", sustantivo relacionado con el verbo euaggelízÇ (ver com. Hech. 8: 4). Un euaggelistós no estaba circunscrito a localidad determinada, sino que pregonaba su testimonio en diferentes lugares. Probablemente no ejercía la autoridad plena de los apóstoles (Hech. 21: 8; 2 Tiro. 4: 5). Parece que el ministerio de los evangelistas era principalmente para los paganos, mientras que los pastores y maestros servían a las congregaciones de cristianos.
Quizá se pregunte por qué Pablo no menciona aquí la obra de los obispos, diáconos y otros. Aparentemente Pablo se refiere a quienes sobresalían por haber recibido dones del Espíritu con el propósito de enseñar más que de administrar; pero esto no implica superioridad o inferioridad en ningún sentido. Los diversos ministerios no se excluyen entre sí.
Pastores y maestros.
La estructura de esta frase en griego sugiere que Pablo desea hablar de dos fases de una misma función. Todo buen ministro es maestro. La función pastoral del ministerio se presenta en Juan 21: 16; Hech. 20: 28-29; 1 Ped. 5: 2-3; etc., y la misión como docente en Hech. 13: l; Rom. 12: 7; 1 Tiro. 3: 2 y muchos otros pasajes. Cristo fue el gran Pastor-Maestro que pastoreaba y enseñaba a su grey.
12.Perfeccionar.
Gr. katartismós, "habilitación", "perfeccionamiento". El verbo katartízÇ se usa en Mat. 4: 21 en relación con el remiendo de las redes, y en Gál. 6:1 para referirse a la restauración de quienes habían sido sorprendidos en alguna falta. Cf. com. 1 Cor. 1: 10. Los dones tenían el propósito de "remendar" a los santos y unirlos entre sí. El acto de "perfeccionar" implica, como el contexto lo sugiere, un ministerio organizado y un gobierno eclesiástico.
Obra del ministerio.
U "obra de ministrar", "obra de servir", que incluye toda clase de ministerio y servicio dentro de la iglesia. Los que dirigen la iglesia no deben enseñorearse de la grey, sino servirla. Este es el propósito inmediato del don.
Edificación.
La iglesia debe ser edificada tanto en su carácter espiritual como en su crecimiento.
13.Hasta.
Los cargos que hay en la iglesia serán necesarios y continuarán hasta el establecimiento del reino de Dios.
Lleguemos.
o"alcancemos", "logremos".
Unidad.
Palabra relacionada con la fe y con el conocimiento; es decir, unidad de fe en Cristo y unidad de conocimiento acerca de él. La fe debe siempre asociarse con el conocimiento.
Conocimiento.
Gr. epígnÇsis, "conocimiento" espiritual desarrollado (ver com. cap. l:17). "Conocimiento pleno" (BJ); "pleno conocimiento" (BC).
Varón perfecto.
U "hombre maduro". Se refiere no tanto al hombre individual como a la iglesia, la cual debe llegar a un estado de unidad orgánica, plenitud y madurez, en contraste con la pueril inmadurez que se sugiere en el vers. 14. La semejanza a Cristo es la meta que debe alcanzar tanto el individuo como la iglesia (Rom. 8: 29). Negarse a crecer es un pecado mayor que la inmadurez; es el resultado del engreimiento y de ideales mezquinos.
Estatura.
Gr. h'likía, "edad", "generación"; "madurez" (BJ, BC, NC). Aquí resalta la idea de madurez. Cf. Luc. 2: 52; 12: 25.
Plenitud de Cristo.
Ver com. Efe. 1: 23; 3: 19; cf. Juan 1: 14, 16. Sólo Cristo tiene la estatura perfecta y es el único hombre perfecto 1023 y completo. Se nos exhorta a que participemos de esta naturaleza. Todas las funciones de la iglesia y las mercedes del Espíritu se dan con ese propósito.
1 SAMUEL 25.
1 MURIÓ Samuel, y se juntó todo Israel, y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá. Y se levantó David y se fue al desierto de Parán.2 Y en Maón había un hombre que tenía su hacienda en Carmel, el cual era muy rico, y tenía tres mil ovejas y mil cabras. Y aconteció que estaba esquilando sus ovejas en Carmel.3 Y aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail. Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia, 572 pero el hombre era duro y de malas obras; y era del linaje de Caleb.4 Y oyó David en el desierto que Nabal esquilaba sus ovejas.5 Entonces envió David diez jóvenes y les dijo: Subid a Carmel e id a Nabal, y saludadle en mi nombre,6 y decidle así: Sea paz a ti, y paz a tu familia, y paz a todo cuanto tienes.7 He sabido que tienes esquiladores. Ahora, tus pastores han estado con nosotros; no les tratamos mal, ni les faltó nada en todo el tiempo que han estado en Carmel.8 Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Hallen, por tanto, estos jóvenes gracia en tus ojos, porque hemos venido en buen día; te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos, y a tu hijo David.9 Cuando llegaron los jóvenes enviados por David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David, y callaron.10 Y Nabal respondió a los jóvenes enviados por David, y dijo: ¿Quién es David, y quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores.11 ¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua, y la carne que he preparado para mis esquiadores, y darla a hombres que no sé de dónde son?12 Y los jóvenes que había enviado David se volvieron por su camino, y vinieron y dijeron a David todas estas palabras.13 Entonces David dijo a sus hombres: Cíñase cada uno su espada. Y se ciñó cada uno su espada, y también David se ciñó su espada; y subieron tras David como cuatrocientos hombres, y dejaron doscientos con el bagaje.14 Pero uno de los criados dio aviso a Abigail mujer de Nabal, diciendo: He aquí David envió mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo, y él los ha zaherido.15 Y aquellos hombres han sido muy buenos con nosotros, y nunca nos trataron mal, ni nos faltó nada en todo el tiempo que estuvimos con ellos, apacentando los ganados.16 Muro fueron para nosotros de día y de noche, todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas.17 Ahora, pues, reflexiona y ve lo que has de hacer, porque el mal está ya resuelto contra nuestro amo y contra toda su casa; pues él es un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle.18 Entonces Abigail tomó luego doscientos panes, dos cueros de vino, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas, y doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo en asnos.19 Y dijo a sus criados: Id delante de mí, y yo os seguiré luego; y nada declaró a su marido Nabal.20 Y montando un asno, descendió por una parte secreta del monte; y he aquí David y sus hombres venían frente a ella, y ella les salió al encuentro.21 Y David había dicho: Ciertamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha vuelto mal por bien.22 Así haga Dios a los enemigos de David y aun les añada, que de aquí a mañana, de todo lo que fuere suyo no he de dejar con vida ni un varón.23 Y cuando Abigail vio a David, se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra;24 y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva.25 No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal; porque conforme a su nombre, así es. El se llama Nabal, y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste.26 Ahora pues, señor mío, vive Jehová, y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor.27 Y ahora este presente que tu sierva ha traído a mi señor, sea dado a los hombres que siguen a mi señor.28 Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa; pues Jehová de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días.29 Aunque alguien se haya levantado para perseguirte y atentar contra tu vida, con todo, la vida de mi señor será ligada en el haz de los que viven delante de Jehová tu Dios, y él arrojará la vida de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda. 30 Y acontecerá que cuando Jehova haga con mi señor conforme a todo el bien que ha hablado de ti, y te establezca por príncipe sobre Israel,31 entonces, señor mío, no tendrás motivo de pena ni remordimientos por haber derramado sangre sin causa, o por haberte vengado por ti mismo. Guárdese, pues, mi señor, y cuando Jehová haga bien a mi señor, acuérdate de tu sierva.32 Y dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases.33 Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano.34 Porque vive Jehová Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, de aquí a mañana no le hubiera quedado con vida a Nabal ni un varón.35 Y recibió David de su mano lo que le había traído, y le dijo: Sube en paz a tu casa, y mira que he oído tu voz, y te he tenido respeto.36 Y Abigail volvió a Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey; y el corazón de Nabal estaba alegre, y estaba completamente ebrio, por lo cual ella no le declaró cosa alguna hasta el día siguiente.37 Pero por la mañana, cuando ya a Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le refirió su mujer estas cosas; y desmayó su corazón en él, y se quedó como una piedra.38 Y diez días después, Jehová hirió a Nabal, y murió.39 Luego que David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta recibida de mano de Nabal, y ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail, para tomarla por su mujer.40 Y los siervos de David vinieron a Abigail en Carmel, y hablaron con ella, diciendo: David nos ha enviado a ti, para tomarte por su mujer.41 Y ella se levantó e inclinó su rostro a tierra, diciendo: He aquí tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor.42 Y levantándose luego Abigail con cinco doncellas que le servían, montó en un asno y siguió a los mensajeros de David, y fue su mujer.43 También tomó David a Ahinoam de Jezreel, y ambas fueron sus mujeres.44 Porque Saúl había dado a su hija Mical mujer de David a Palti hijo de Lais, que era de Galim.
1.Murió Samuel.
En cuanto a la relación entre las edades de Samuel, Saúl y David, véase la pág. 135.
Fue notable la contribución que hizo Samuel cuando organizó escuelas para la juventud, de modo que Israel pudiera prepararse guiado por los grandes principios de la salvación. El plan original de Dios fue que los levitas estuvieran esparcidos por todo el país, enseñando al pueblo acerca de Dios. Pero puesto que en la mayoría de los casos no tenían empleos, los miembros de esta tribu se vieron obligados a ganarse la vida en otras formas de trabajo, lo que dio como resultado que el pueblo pronto fuera poco mejor que los paganos que lo rodeaban. En vista de esto, se instituyeron las escuelas de los profetas.
En su casa.
La palabra "casa" no necesita entenderse como que se refiriera a la residencia de Samuel, sino que aquí probablemente se usa para una cámara mortuoria. Si Samuel hubiese sido literalmente sepultado "en su casa", habría habido una contaminación perpetua (Núm. 19: 11-22). El lugar que la tradición señala como la sepultura de Samuel es una cueva sobre la cual se ha construido una mezquita musulmana en Neb§ SamwTl, pueblo que está a unos 8 km al noroeste de Jerusalén, pero cuya identificación es dudosa.
El desierto de Parán.
Desierto que se extiende de la Judea meridional en dirección sur hacia el Sinaí (ver Núm. 10: 12). En un caso Parán es el equivalente de Seir (Deut. 33: 2), y Seir era el hogar de Esaú en el Neguev, debajo de Hebrón (ver Gén. 32: 3; etc.). Se cree que el desierto de Parán incluye el desierto de Zin, entre Cades-barnea y el gran Arabá o planicie entre el mar Muerto y el golfo de Akaba. Puesto que las tribus que habitaban esa región se dedicaban a la rapiña, David debe haber sido recibido muy fríamente cuando huyó a Parán, y sin duda 574 reconoció su error. Esa recepción, unida a la enemistad de Saúl, debe haberse acentuado después de la muerte de Samuel, lo que hizo que David sintiera la necesidad de una ayuda definida de lo alto. Debido a su gran ansiedad, compuso los Salmos 120 y 121 (ver PP 720).
2.Carmel.
Pueblo a unos 2 km al norte de Maón, en la cima de las montañas. Toda el agua al oriente de este lugar corre hacia el mar Muerto; toda el agua del oeste fluye hacia el Mediterráneo. El desierto de Maón, un distrito poco poblado, lleno de wadis secos, está al este y al sur de Carmel. Durante su permanencia en los desiertos de Zif y Maón (cap. 23: 24-26), antes de trasladarse a Engadi (cap. 23: 29), David y sus hombres se habían familiarizado con los pastores de Nabal y habían dejado una impresión sumamente favorable. Viviendo cerca del desierto, Nabal estaba expuesto constantemente a las bandas de merodeadores. El pueblo ahora se llama Kermel.
3.Nabal.
Literalmente, "tonto", "insensato". El significado probable del nombre de su esposa -Abigail- es "mi padre es gozo" o "padre de regocijo".
8.Tu hijo David.
David se da este nombre por respeto a alguien que era mayor que él. Los viajeros que hoy día recorren este distrito advierten que los hábitos y las costumbres de ahora son casi iguales a los del tiempo de David.
Aunque para Saúl era un proscrito, David había sido el protector de su pueblo de las incursiones hostiles procedentes del desierto. Sin recibir ninguna remuneración, había protegido los rebaños de Nabal. Lo natural era que los dueños de ovejas estuvieran contentos de recompensar a los que los ayudaban para que no hubiera pérdidas. Al pedir provisiones, David estaba en su derecho y procedía en armonía con las costumbres de su tiempo.
10.¿Quién es David?
Difícilmente se habrían hecho tales observaciones insultantes si David hubiera morado todavía en Maón. La referencia a los siervos que huían de sus señores puede haber aludido al rompimiento de las relaciones de David con Saúl o a esos jóvenes a quienes Nabal despidió secamente con la insinuación de que no podía decir si eran hombres de David o no (ver vers. 11).
13. También David
David cometió un serio desatino en su decisión apresurada de procurar vengarse personalmente. Todavía tenía que aprender la lección de la paciencia. Adquirió más tarde ese valioso rasgo de carácter. Obsérvese el contraste entre la forma en que procedió aquí y posteriormente, cuando Absalón trató de usurpatar el reino. Cuando David huía de Jerusalén, Simei, de la casa de Saúl, le arrojó piedras y lo maldijo. En el momento cuando uno de sus hombres quiso matar al ofensor, David dijo: "Dejadle que maldiga . . . Quizá . . . me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy" (2 Sam. 16: 11, 12).
14.Dio aviso a Abigail.
No sabemos qué combinación de circunstancias determinó que una mujer de ese carácter se uniera con un hombre tan arrebatado e imprudente como Nabal, pero con frecuencia dos personas de naturaleza diametralmente opuesta se unen en la relación más íntima que puede haber: la del matrimonio. Quizá ésta no fue la primera vez cuando se recurrió a Abigail para que actuara como pacificadora entre su esposo y los que estaban relacionados con él. No se daba cuenta Abigail que en la ayuda que diariamente estaba dando a Nabal iba desarrollando una claridad de percepción espiritual, y que su intuición femenina se fortalecía para que un día pudiera impedir que David cometiera un serio error (vers. 18-28).
17.Tan perverso.
Heb. "hijo de Belial". Literalmente, "hijo de inutilidad", o "hijo de impiedad". Belial no aparece como un nombre propio en ese tiempo, aunque más tarde llegó a considerarse como tal (ver 2 Cor. 6: 15).
18.Cinco medidas.
Literalmente, "cinco seahs" (ver 2 Rey. 7: 1, 16, 18). Un seah equivale a 7,33 lt., y los 5 seahs totalizarían unos 36, 65 lt.
Racimos.
Probablemente "bultos". La costumbre antigua era comprimir pasas de uva para formar pastelillos.
24.Señor mío, sobre mí sea.
Un acto de bondad, y que probablemente le llegó a ser habitual. Sin duda con frecuencia -sin que lo supiera Nabal- ella había transformado la necedad de Nabal en una nueva oportunidad para su vida, con la esperanza de que él pudiera ver la belleza de un concepto enteramente diferente de la existencia. Esta noble mujer se presentó como la que había cometido la necedad y, por lo tanto, quien debía recibir el castigo.
25. jóvenes.
Nabal, como cabeza del hogar y representante de la familia en todas las transacciones comerciales, no había pensado en su esposa. Si le hubiera dispensado su confianza, se habrían podido evitar innumerables dificultades; pero ahora ella era quien debía tratar de reparar el quebranto y aceptar toda la culpa por los incidentes desfavorables.
26.Te ha impedido.
Abigail no se atribuyó a sí misma, sino a Jehová, el que hubiera disuadido a David de sus propósitos precipitados. Estas palabras sólo podían provenir de una persona profundamente religiosa.
27.Presente.
"Bendición" (RVA). Abigail dio este nombre a su regalo. Con eso quería decir que no pretendía, mérito
alguno para sí, sino que atribuía a Dios la dádiva, pues él proporcionaba esas mercedes en respuesta a las peticiones de David.
28.Perdones . . . esta ofensa.
Ver vers. 24. Abigail fundaba su pedido en dos consideraciones importantes: (1) David estaba empeñado en las batallas de Jehová. Esta alusión era un reproche tácito, porque David no estaba ocupado entonces en algo de Jehová, sino en una misión que había elegido enteramente por su cuenta. Cuando luchó contra los filisteos en Keila, David había constiltado la voluntad de Dios (cap. 23: 2). En este caso no efectuó tal consulta. David no contaba con la aprobación del cielo en su nueva empresa.
(2) David incurriría en una falta de la cual hasta entonces su vida había estado bastante libre. La expresión "mal no se ha hallado en ti", es una observación desde un punto de vista humano. David había cometido faltas graves (ver cap. 21:1, 2, 12, 13). Pero es claro que Abigail evaluaba el carácter de David desde el punto de vista de su idoneidad para su futuro cargo como rey de Israel. Sus defecciones hasta ese momento todavía no lo habían descalificado para ocupar esa alta investidura. Pero si hubiese llevado a cabo sus propósitos contra Nabal, el incidente habría levantado serias preguntas en el pueblo en cuanto a la idoneidad de David para ser su futuro rey. Si continuaba su política de exterminar a los ciudadanos de su reino que se atrevieran a oponerse a su voluntad, su administración podría ser muy indeseable.
29.Alguien.
"Un hombre" (BJ). El hebreo parece referirse a"un hombre" en general. Es obvio que Abigail pensaba en Saúl, pero su lenguaje era diplomático.
El haz de los que viven.
La figura está tomada de la costumbre de poner cosas valiosas en atados, o haces, para que el propietario pueda llevarlas consigo. Estas palabras se usan hoy día en las lápidas judías. Según afirman los eruditos judíos, se refieren a la vida futura.
31.Pena.
Heb. puqah, literalmente "tropezadura". La palabra se usa en sentido figurado para remordimientos de conciencia. Abigail rogó a David que se comportara de tal manera, que cuando llegara a ser rey agradeciera a Dios por enviarle un poder fortalecedor en sus momentos de desesperación y compasión propia por las ingratitudes que se acumularan sobre él. Después de todo, ella había estado obligada a soportar a ese altanero, gruñón y celoso avaro mucho más tiempo que David.
33.Bendito sea tu razonamiento
Se necesita humildad para recibir con amabilidad los reproches. David no se esforzó por justificar sus acciones. Rebosaba de gratitud por la acción de aquella mujer que con su sabiduría lo había salvado de cometer un acto imprudente y criminal
35.He oído
Debe alabarse la pronta aceptación del reproche. David se había acostumbrado a ser testigo de las obras misteriosas de la Providencia, y vio la mano divina en estos acontecimientos, Agradeció a Dios por haber comenzado el curso de los sucesos que culminaron con su encuentro con Abigail, precisamente en el lugar y momento debidos y para el estímtilo de un alma tan piadosa como Abigail.
37.Desmayó su corazón.
Es decir, se sumió en un estado de insensibilidad. Se quedó como una piedra. Se paralizó.
38.Jehová hirió a Nabal.
Con frecuencia las Escrituras presentan a Dios como que hiciera lo que no evita. Nabal había tenido su oportunidad. La piedad de su esposa no había tenido una influencia eficaz sobre él. Renunció a su derecho a continuar recibiendo la misericordiosa protección de Dios en su vida.
42.Fue su mujer.
David ya estaba casado (cap.18: 27). La poligamia era usual en ese tiempo, y los contemporáneos de David no podían haber censurado su acción. Dios toleró 576 la costumbre en ese período como lo había hecho antes (ver com. Deut. 14: 26), pasando por alto los tiempos de ignorancia (ver Hech. 17: 30). Sin embargo, la poligamia dejó en su trayecto mucho dolor y mucha desgracia que se habría ahorrado la gente si hubiese estado dispuesta a aceptar el modelo original que Dios había dado en el Edén (Gén. 2: 24; cf. Mat. 19: 5).
LUNES
COMPENSANDO EL MAL CON BENDICIONES
1 PEDRO 3:8 al 12
8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.10 Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;11 Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala.12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
8.Finalmente.
Pedro ya se ha dirigido a los cristianos en general (cap. 2: 1-17), y en particular a los siervos cristianos (vers. 18-25), a las esposas (cap. 3: 1-6) y a los esposos (vers. 7). Ahora retorna su admonición a los cristianos en general.
Todos.
Es decir, todos "los expatriados de la dispersión" por toda el Asia Menor (ver com. cap. l: l), y en un sentido más amplio 587 todos los cristianos por doquiera y en todos los siglos.
De un mismo sentir.
Gr. homófrón, "de un mismo parecer-", "unido en espíritu", "armonioso". La armonía entre los creyentes y la unidad de acción exigen una unidad básica en cuanto a las creencias fundamentales y a los propósitos y métodos de la iglesia. Pero la unidad no requiere absoluta uniformidad en todos los detalles. Mientras los seres humanos tengan la facultad de pensar, inevitablemente habrá diferencias de opiniones en puntos menores. Pero a pesar de esta diversidad de opiniones se puede concordar en los principios y en la manera de hacer las cosas. En realidad, la unidad es algo que tiene que ver más con el corazón que con la mente. Los cristianos deben poder trabajar juntos en armonía a pesar de las diferencias en puntos de vista, si el espíritu de orgullo es suprimido por un deseo genuino de trabajar juntos. Entonces disminuirán las diferencias entre los hombres y todos estarán unidos por un vínculo cordial de compañerismo (ver com. Juan 17: 21; Rom. 12: 10, 16).
Misericordiosos.
Gr. éusplagjnos, literalmente "de buenas entrañas", "compasivo", "misericordioso", "de corazón tierno". Ver coro. Efe. 4: 32.
Amigables.
La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto "de espíritu humilde" (BA); "humildes" (BJ). Ver coro. Mat. 1 l: 29; Rom. 12: 16; 2 Cor. 12: 21.
9.Sabiendo.
Mejor "porque para esto fuisteis llamados". Dios nos ha llamado para ser cristianos, para que podamos ayudar a otros, no sólo para que recibamos una bendición para nosotros mismos. El cristiano genuino espontáneamente busca maneras en las que pueda proporcionar una bendición a otros. Ver com. Mat. 5: 43-44.
Heredaseis bendición.
La mayor bendición que puede recibir una persona es la que se deriva de ser una bendición para otros. El reino eterno de Dios lo poblarán hombres y mujeres que tuvieron en la vida el hábito de compartir su felicidad. En un universo perfecto, el único interés de los seres inteligentes será la felicidad de otros.
10.El que quiere.
Este es el espíritu que mueve el magnánimo corazón de Dios (ver com. Juan 3: 16) y que caracterizará al pueblo de Dios (ver- com. Mat. 25: 40). El apóstol cita aquí Sal. 34: 12-16 (ver el comentario respectivo). En medio de todos los problemas de la vida (ver 1 Ped. 2: 12-20), el creyente sincero tendrá el propósito de vivir una vida plena y digna, que sea una bendición para otros.
Amar la vida.
El texto hebreo que Pedro parafrasea está muy bien traducido en Sal. 34:12 de la RVR. La cita tampoco concuerda exactamente con la LXX. Sin embargo, es claro que el pasaje se refiere al disfrute de esta vida. Ver com. Mat. 10:39.
Ver días buenos.
Días que proporcionen verdadera satisfacción.
Refrene su lengua.
¡Cuántas amistades, cuántas carreras promisorias han sido destruidas por una palabra imprudente, precipitada! Calvin Coolidge, ex presidente de los Estados Unidos, observó una vez: "Nunca he sido
perjudicado por algo que no dije". El que tiene dificultad para refrenar su lengua, podría hacer suya la oración de Sal. 141:3. Ver com. Prov. 15: 1, 28; 17: 27-28; 18: 21; 29: 1 l; Sant. l: 19, 26; 3: 2-18.
11.Apártese.
Cuatro exhortaciones positivas que complementan la respuesta del vers. 10.
el mal.
De hacer mal a otros. El cristiano evita perjudicar a otros.
Haga el bien.
A otros, por supuesto. El cristiano busca toda oportunidad posible para decir todo lo bueno que pueda de otros (vers. 10) y hacer todo el bien que pueda a otros (vers. 1 l).
Sígala.
Literalmente "persígala"; "corra tras ella" (BC). Para poder conservar la paz es necesario ir sin cesar tras ella.
12.Porque.
Pedro presenta la razón por la cual los cristianos deben apartarse del mal y hacer el bien.
Ojos del Señor.
Cf. Sal. 33:18; Heb. 4:13. justos. Los que siguen la admonición del vers. 1 l.
Sus oídos.
Dios no sólo vela por los que han elegido servirle sino que atiende sus pedidos 588 en busca de gracia para hacer "el bien", y de misericordia cuando no han hecho "el bien".
Rostro. . . contra.
Dios finalmente dará su merecido a los que hablan mal de otros y les causan mal (ver com. Mat. 6: 15)
Hacen el mal.
El mal caracteriza las vidas de éstos, los señala como personas malas. Los que viven perjudicando a otros, no pueden esperar que Dios los ayude.
1 SAMUEL 24:4-6
4 Entonces los hombres de David le dijeron: He aquí el día de que te dijo Jehová: He aquí que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciera. Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl.5 Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl.6 Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová.
4.La orilla del manto de Saúl.
Literalinente, "el ala de la ropa exterior de Saúl". Probablemente ese ¡llanto era la túnica exterior, sin mangas, amplia y que llegaba hasta los tobillos, que usaban las mujeres v tatnbiéii los hombres de alta alcurnia, tales como los reyes y sacerdotes. Sin duda los hombires de David reconocieron al rey por su vestido y por su apariencia personal. Aunque no se registra que hubiera una proidesa divina de que el enemigo de David le sería entregado, ciertamente lo que dijeron los hombres puede haber sido verdad. Quizás a David se le presentó la oportunidad para demostrar las características que había fomentado. Si en esa ocasión hubiese matádo a Saúl, habría demostrado que por lo menos en un sentido no era mejor que Saúl, el cual -si se hubieran invertido las circunstancias- se habría gozado en matar a David.
Satanás puso en duda la bondad de job, pretendiendo que éste habría maldecido a Dios si hubieran desaparecido ciertas bendiciones y se hubiera visto dentro de ciertas restricciones. Respondiendo a esa acusación, Dios permitió que Satanás afligiera a Job para demostrar la falsedad de su afirmación, así como también la rectitud de su siervo. David soportó la prueba al igual que Job; tenía tal comunión con Dios que cuando tuvo a su enemigo a su disposición, no sólo rehusó hacerle daño él mismo, sino que reprimió a sus hombres para que no cometieran ningún acto hostil en su nombre.
5.El corazón de David.
Es decir, lo acusó su conciencia. Los antiguos usaban la palabra "corazón" para describir la sede del intelecto (Prov. 15: 28; 16: 9,23; 23: 7, 12; Mat. 12: 34; Luc. 6: 45). La palabra "conciencia" sólo aparece una vez en el AT (Sal. 16: 7 en la RVR; en hebreo literalmente dice "mis riñones"). Este vocablo aparece 30 veces en el NT (en la RVR). Los seres humanos suelen decir que les gobierna la conciencia cuando, en realidad, con frecuencia les rigen los sentimientos. La conciencia es una guía segura sólo cuando está iluminada por la luz de lo alto. Saúl tenía la conciencia oscurecida, aun cauterizada con el hierro candente de los celos y la envidia (ver 1 Tim. 4: 2). David la tenía educada por Dios y, a semejanza de Pablo, en gran medida estaba libre de ofensa (Hech. 24: 16). Habiendo recibido la unción
divina del discernimiento espiritual, había demostrado ser un verdadero dirigente. No había dependido de las costumbres y tradiciones de sus días, sino que poseía un conocimiento de lo que era correcto divina e intrínsecamente.
MARTES
EL PERDÓN
EFESIOS 4:32
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
32.Benignos.
Gr. jrestós, "gentil", "bondadoso". La sencilla amabilidad o gentileza (jr'stót's.) es una de las características positiva más profundas que hablan en favor del cristiano; es un fruto del Espíritu (Gál. 5: 22). benignidad es lo opuesto de la malicia d Efe. 4: 3 l. La conversión transforma la malicia en benignidad mediante una alquimia espiritual.
Misericordiosos.
Gr. éusplagjnos, "misericordioso", "compasivo". Esta palabra se traduce "compasivos" en 1 Ped. 3: 8. Compárese con la expresión "entrañable misericordia" (Col. 3: 12), lo cual equivale a considerar con ternura las debilidades y necesidades de otros. Una actitud de insensibilidad e indiferencia ante el sufrimiento, es completamente incompatible con el espíritu cristiano (cf. Luc. 6: 36; Fil. 2: 4; 1 Ped. 3: 8).
Perdonándoos.
La benignidad y la misericordia son de poco beneficio a menos que sean la expresión de un espíritu perdonador. La benignidad, si no produce perdón puede ser sólo una especie de cortesía o urbanidad. El espíritu perdonador es mucho más que un ideal o que una virtud; es una decidida actitud del corazón y de la mente.
El Señor Jesús es el único Modelo que debemos seguir (Mat. 6: 12; Luc. 6: 36). El perdón fue comprado a un precio infinito; pero a los seres humanos nada les cuesta, excepto el sacrificio del orgullo personal al perdonar a otros. Nuestro perdón tiene que ser medido o comparado con el perdón divino (cf. Mat. 18: 32-33); un hecho que es tanto más sorprendente cuanto más meditamos en él.
En Cristo.
Se repite otra vez la frase clave de la epístola (ver com. cap. 1: l).
MATEO 5:23 al 25
23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.
23.Ofrenda.
Gr. dÇron, palabra que se refiere a cualquier clase de regalos o a ofrendas especiales. En el cap. 23: 18-19 se deja ver claramente cuál era la importancia ritual de una ofrenda colocada sobre el altar.
Tu hermano.
Quienes escucharon este sermón sin duda entendieron que el "hermano" era un judío. Para los cristianos, sería otro cristiano. Se entiende que la palabra "hermano" designa a aquellos con quienes estamos estrechamente relacionados. Pero Cristo más tarde aclaró que todos los hombres son hermanos, sin distinción de raza ni de credo (Luc. 10: 29-37).
24.Deja allí.
El presentar una "ofrenda" o sacrificio personal se consideraba entre los actos religiosos más sagrados e importantes, pero aun esto debía ocupar tan lugar secundario por las circunstancias aquí expuestas. Es posible que la "ofrenda" que aquí se menciona fuera un sacrificio hecho con el fin de obtener el perdón y el favor de Dios. Cristo insiste en que los hombres deben arreglar las cuentas con sus prójimos antes de que puedan reconciliarse con Dios (cf. Mat. 6: 15; 1 Juan 4: 20). La obligación más importante tiene
prioridad sobre otra de menor importancia. La reconciliación es más importante que el sacrificio. El vivir los principios cristianos (Gál. 2: 20) es de mucho mayor valor a la vista de Dios que practicar las formas externas de la religión. (2 Tim. 3: 5).
25.Ponte de acuerdo.
Gr. eunoéÇ, "tener la mente bien dispuesta [para con alguien]", verbo relacionado con la palabra éunoos, "benévolo", "bien dispuesto", "favorable", "amigable". El "estar de acuerdo" implica un cambio de sentimientos para con el que fue antes adversario.
Adversario.
Gr. antídikos, "opositor", el adversario en un pleito legal. El contexto indica que en este caso el "adversario" es el "acusador" y que la persona a quien Cristo habla es el acusado (cf. Luc. 12: 58-59).
En el camino.
Es decir, de camino al tribunal. Jesús dijo que era preferible arreglar las cosas sin recurrir a los tribunales.
Alguacil.
Gr. huper't's, "funcionario subordinado". Se emplea este término en el NT para referirse a los ayudantes de la sinagoga (ver com. Luc. 4: 20), a Juan Marcos como ayudante de Pablo y Bernabé (Hech. 13: 5), y a los ministros del Evangelio (Luc.1: 2; Hech. 26: 16; 1 Cor. 4: 1; etc.).
LUCAS 17:3 ,4; 23,24
3 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiera, perdónale.4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.
23 Y os dirán: Helo aquí, o helo allí. No vayáis, ni los sigáis.24 Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día.
3.Mirad.
Con referencia a los vers. 3-4, ver com. Mat. 18:15-22. No perdonar a otros es una forma de inducirles a caer en imprudencias y pecados. Luc. 17:1-2 se refiere a nuestros pecados contra otros; los vers. 3-4 atañen a nuestra actitud cuando otros pecan contra nosotros. No debemos ser tropiezo para otros, y al mismo tiempo debemos ser misericordiosos con ellos cuando nos hacen tropezar.
Contra ti.
La evidencia textual establece (cf. p. 147) la ausencia de estas palabras (no están en la BJ ni en BC), aunque el contexto indica que evidentemente Jesús se refiere a este tipo de falta.
23.Helo aquí
Ver com. Mat. 24: 23, 26. Cuando Jesús venga por segunda vez, su aparición no se circunscribirá a un lugar específico, sino que será universal.
Ni lo sigáis.
Ya habían surgido muchos falsos mesías, y aparecerían muchos más. Teudas, a quien habían seguido cuatrocientos hombres y Judas de Galilea, quien "llevó en pos de sí a mucho pueblo", quizá pueden haberse contado entre los falsos mesías (Hech. 5: 36-37). El desierto era con frecuencia el lugar donde se congregaban estos entusiastas agitadores políticos. A pesar del intenso anhelo de los discípulos de que su Maestro volviera, no debían dejarse engañar pensando que un mesías advenedizo y militar pudiera ser el Cristo.
24.Como el relámpago.
Ver com. Mat. 24: 27. El regreso de Jesús vendrá repentina e inesperadamente como un relámpago (cf. 1 Tes. 5: 1-5), pero en forma visible y dramática.
MIÉRCOLES
CONFESARSE MUTUAMENTE LOS PECADOS
SANTIAGO 5:16
16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
16.Confesaos.
La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto "confesaos, por lo tanto". El requisito básico para que
haya una fe sincera en la oración, es una conciencia clara. Las faltas cometidas en secreto deben confesarse solamente a Dios. Los pecados en que se hallen implicados otros, también deben ser confesados a los que han sido perjudicados. Una conciencia culpable es una barrera que impide confiar plenamente en Dios, y desvirtuará la oración.
Ofensas
Si bien algunos MSS tardíos usan la palabra paráptoma, "falta", "error" (ver com. Rom. 1 l: 1 l), la evidencia textual establece 559 (cf. p. 10) el texto "pecados" (hamartía; ver com. 1 Juan 3:4). Algunos
han sugerido que paráptoma se refiere a faltas menos graves que hamartía; pero la diferencia esencial entre ambas palabras parece más bien radicar en lo que representan -una "caída" o un ,"extravíos"-, y no un grado de maldad. Sin embargo, con la probable excepción de hamartía en este versículo, siempre se usa este vocablo en el NT para indicar ofensas que sólo Dios puede perdonar (cf. Mar. 2: 7), mientras que paráptoma puede también referirse a aquellas faltas que pueden perdonar nuestros prójimos (cf. Mat. 6: 15). Los enfermos son aquí los que deben confesar sus pecados, y por eso algunos sostienen que Santiago enseña que deben hacerlo en presencia de "los ancianos de la iglesia" (vers. 14) que se han reunido para orar por ellos. La confesión es un requisito previo de la oración que busca o pide curación. Las Escrituras claramente enseñan que los pecados deben ser confesados únicamente a Dios (1 Juan 1:9; etc.), y que sólo tenemos un "mediador" para los pecados entre Dios y el hombre: Jesucristo (1 Tim. 2:5). El es nuestro abogado "con el Padre" (1 Juan 2: l). Sin embargo, cuando una falta o un pecado afecta a otro ser humano -lo cual casi siempre ocurre- debe buscarse el perdón del afectado
Orad.
Además de servir para reanimarnos, la oración compartida aumenta nuestra capacidad para recibir las bendiciones que Dios desea concedernos.
Para que.
Después de que el enfermo ha confesado todo pecado y ha examinado su corazón para determinar la sinceridad de su fe (ver com. cap. 1:6), entonces puede pedirse la curación divina. Sólo cuando se han cumplido estas condiciones es que Dios está dispuesto a conceder la curación, si ése es su plan.
Oración.
Gr. déésis, "petición", "súplica".
Eficaz.
"Ferviente" (BJ); "fervorosa" (NC); es decir, hecha con fervor.
Justo.
La oración no depende del talento, el conocimiento, la jerarquía, la riqueza o el cargo, sino de la relación que el que ora tiene con Dios. Este no está libre de todo error, pues ni aun Elías (ver com. vers. 17) era perfecto. Pero es "justo" porque no se aferra a un pecado conocido (ver com. Sal. 66:18); es "justo" porque mantiene un pleno compañerismo y una activa comunión con Dios, como lo hacía Elías.
Puede mucho.
Gr. isjúó, "ser fuerte", "tener poder". La oración, como medio de cooperación con la voluntad de Dios (ver com. Luc. 11: 9), contribuye en mucho a fortalecer la paciencia cristiana y a desarrollar el carácter cuando brota de labios puros y fieles al Señor.
JUEVES
EDIFICÁNDONOS MUTUAMENTE
EFESIOS 4:29
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
29.
Corrompida.
Gr. saprós, "podrido", "corrompido", "pútrido". Saprós describe un árbol malo en Mat. 7: 17, y en Mat. 13: 48 se aplica a los peces no aptos para la alimentación, y que eran desechados. Las palabras impuras demuestran que el corazón está corrompido, "porque de la abundancia del corazón habla la boca" (Mat. 12: 34). Las groserías, las bromas y los cantos obscenos y aun la conversación frívola e intrascendente, deben estar ausentes de la vida del cristiano. La verdad es que indican que no se ha producido el proceso de la regeneración.
La que sea buena.
No basta que el cristiano se abstenga de un lenguaje impropio; sus palabras deben ser constructivas y útiles. Jesús amonestó contra el uso de palabras ociosas (Mat. 12: 36), o palabras sin un propósito bueno.
Para la necesaria edificación.
Literalmente, para la "edificación de la necesidad". Compárese con la traducción "para edificar según la necesidad" (BJ). El lenguaje del cristiano no siempre debe ser de carácter severo o serio, sino edificar en todo momento, ser constructivo, para que los hombres sean mejores de lo que eran antes de que oyeran sus palabras. En el vers. 28 se enseña que la obra del cristiano debe ser para el beneficio de otros, y aquí se enseña que sus palabras deben ser benéficas para sus prójimos. El lenguaje áspero no es el único que corrompe, sino también las palabras que difunden egoísmo, malicia, crítica o son de doble sentido.
Nuevamente el apóstol parece tener en cuenta el tema de su epístola: la unidad. Lo que no edifica, destruye; por lo tanto, debe ser descartado. Cf. 1 Tes. 5: 11-14.
Gracia.
Gr. járís, que aquí probablemente significa "beneficio". "Que sea conveniente para. . . hacer el bien a los que os escuchen" (BJ); "para favorecer a los oyentes" (NC). Cf. com. Rom. 3: 24.
1 TESALONICENSES 5:11
11 Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
11.
Por lo cual, animaos.
Cf. com. cap. 4: 18, donde se usan palabras casi idénticas.
Unos a otros.
Cf. cap. 4: 18. Pablo dice tácitamente que la obra de animar a los abatidos no corresponde sólo a los ministros. Todos los cristianos deben consolar a sus hermanos en la fe.
Edifícaos.
Gr. oikodoméÇ, "construir", "fortalecer" (ver com. Hech. 9: 31). Mediante la exhortación mutua sobre temas tan elevados como la venida del Señor y la gloria de la herencia de los santos, los miembros de iglesia pueden fortalecerse espiritualmente unos a otros (cf. com. Mal. 3: 16-18; Hech. 20: 32).
Así como lo hacéis.
El apóstol siempre estaba dispuesto a reconocer en sus conversos lo bueno que practicaban, pero no vacilaba en instarlos no sólo a proseguir en las buenas prácticas sino también a intensificarlas (cf. com. cap. 3: 12). Con esta exhortación Pablo concluye el tema que comenzó en el cap. 4: 13.
ROMANOS 14:19.
19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.
MATEO 7:12
12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
12.Así que.
Ver com. Mat. 7: 7; cf. Luc. 6: 3l. La prueba de la autenticidad de la religión es la manera como el cristiano trata a sus prójimos (1 Juan 4: 20; cf. Mat. 25: 31- 46).
La regla de oro resume las obligaciones de la segunda tabla del Decálogo y es otra expresión del gran principio de amar al prójimo (Mat. 19: 16-19; 22: 39-40; cf. 1 Juan 4: 21).
Los ciudadanos del reino de la gracia han escogido vivir según esta norma divina y sin duda en el reino de la gloria seguirán haciéndolo. La actitud que asumimos para con nuestros prójimos es la medida infalible de nuestra actitud para con Dios (1 Juan 3: 14-16).
Los grandes pensadores de otros tiempos y de otras culturas han descubierto y expresado la sublime verdad presentada en la regla de oro, pero por lo general lo han hecho en forma negativa. Se le atribuye a Hillel, famosísimo rabino de la generación anterior a Jesús, la siguiente declaración: "Lo que te resulte odioso a ti, no se lo hagas a tu prójimo; en eso consiste toda la Torah, y lo demás es comentario acerca de esto" (Talmud Shabbath 31a). La regla de oro aparece también en el libro apócrifo de Tobías (cap. 4:15): "No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan" (BJ). En la Carta de Aristeas se lee: "Así como no deseas que te sobrevenga el mal, sino que deseas participar en todo lo bueno, así debieras tratar con los que te están sujetos y con los transgresores".
Debe notarse que Jesús transformó un precepto negativo en una regla positiva. En esto está la diferencia esencial entre el cristianismo y todos los sistemas religiosos falsos, y entre el verdadero cristianismo y aquella religión que tiene las formas pero niega el poder vital del Evangelio. La regla de oro toma el egoísmo supremo, lo que querríamos que otros hicieran por nosotros, y lo transforma en suprema abnegación, lo que hemos de hacer en favor de otros. Esta es la gloria del cristianismo. Esta es la vida de Cristo vivida en los que le siguen y llevan su nombre (ver com. cap. 5: 48).
Esto es la ley.
Cristo niega enfáticamente que el principio enunciado en la regla de oro sea algo nuevo; es la esencia misma de la ley tal como fue dada mediante Moisés (la Torah), y lo que escribieron los profetas. Es decir, todo el AT (ver com. Mat. 5: 17; Luc. 24: 44). Los que afirman que la ley de amor sólo pertenece al NT y relegan el AT al olvido, como un sistema religioso obsoleto, se constituyen en críticos del Maestro quien declaró específicamente que no había venido a cambiar los grandes principios expuestos en "la ley o los profetas" (ver com. Mat. 5: 17-18; Luc. 24: 27, 44). Todo el Sermón del Monte, desde Mat. 5: 20 hasta 7: 11, ilustra esta gran verdad. Después de haber afirmado que no había venido a abolir las enseñanzas de Moisés 347 y de los profetas, Cristo expuso con detalles su actitud para con la ley al manificarla y honrarla (cf. Isa. 42: 21).
VIERNES
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
EFECIOS 4:25 al 32
25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al diablo.28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
25.Mentira.
Gr. pséudos, "mentira", "falsedad", "infidelidad'. El engaño acarrea la corrupción del alma del engañador, causándole frecuentemente más daño que al engañado. Los que son seguidores de Aquel que es verdad, ¿cómo pueden proceder en todo de otra manera que no sea de acuerdo con toda integridad? No se concibe que el cristiano se aproveche de otra persona en una transacción comercial, ni que distorsione las informaciones conocidas, ni que propague falsas impresiones mediante frases a medias o indirectas, ni que haga promesas cuando no tiene la intención de cumplirlas, ni que divulgue chismes y rumores.
Hablad verdad.
El apóstol cita a Zac. 8: 16. Decir la verdad es para el cristiano más que un hábito; es parte de su misma naturaleza.
Miembros los unos de los otros.
La mentira tiende a destruir la unidad de la hermandad; el engaño pone a un miembro en contra del otro (cf. 1 Cor. 12: 15). No puede haber verdadera unión entre los seres humanos a menos que sea sobre la base de una absoluta confianza (cf. Zac. 8: 16).
26.Airaos.
Una cita de Sal. 4: 4, tomada de la LXX (vers. 5). Los comentadores difieren en sus opiniones acerca de si el texto hebreo de Sal. 4: 4 debe ser traducido "temblad" (RVR, BJ) o "airaos" (LXX, y la cita de Pablo). En griego "airaos" y "no pequéis" están en imperativo. Se han dado varias explicaciones para evitar las implicaciones negativas que podría tener la orden a airarse; pero ninguna de ellas es satisfactoria. La explicación más sencilla parece ser la de considerar que la ira de la cual se habla en
este pasaje es una justa indignación. El cristiano que no se indigna frente a las injusticias y los extravíos voluntarios, puede ser también insensible frente a algunas otras situaciones que debieran incumbirle. El papel más importante de una justa indignación es estimular a los hombres en su batalla contra el pecado.
Jesús nunca se airó debido a alguna ofensa personal, pero sí ante sutiles desafíos lanzados contra Dios e injusticias cometidas contra seres humanos (ver Mar. 3: 5). La ira es justificable cuando se dirige contra la conducta equivocada, pero sin ninguna animosidad contra el culpable. Ser capaz de separar estos dos elementos es un triunfo magnífico en la vida del cristiano.
No pequéis.
El griego claramente indica que estamos frente a una orden. Se da esta advertencia para evitar que una ira justificable produzca reacciones de resentimiento personal, venganza y pérdida de dominio propio. Se ha comentado con razón que "a veces hacemos bien en airarnos, pero hemos confundido esas veces".
No se ponga el sol.
Se nos provee de una salvaguardia contra el abuso de la justa indignación. Aun cuando el pecado debe producir siempre indignación, el abrigar resentimientos destruye el alma. Una prueba razonable para descubrir la verdadera naturaleza de la indignación que sentimos consiste en comprobar si nos resulta fácil orar en favor de la persona cuyo mal proceder ha causado nuestra ira
Enojo.
O "irritación", "exasperación", el mal espíritu de resentimiento personal en que puede convertirse Fácilmente aun la ira justificada.
27.Lugar.
Es decir, "ocasión", "oportunidad". Cf. Rom. 12: 19
Diablo.
Gr. diábolos, "calumniador", "difamador" (ver com. Mat. 4: l). Pablo sólo utiliza la palabra diábolos en sus últimas epístolas (cf. 1 Tim. 3: 6-7, 11; 2 Tim. 2: 26; 3: 3; Tito 2: 3), mientras que en las primeras el término que emplea comúnmente es satanás (Rom. 16: 20; 1 Cor. 5: 5; 1 Tes. 2: 18; 2 Tes. 2: 9, excepto en 1 Tim. 1: 20; 5:15). La ira a la que se refiere el vers. 26 da oportunidad al diablo para enemistar entre sí a los miembros del cuerpo de Cristo. Por eso se advierte de no dar oportunidad al diablo para que lleve a cabo sus tentaciones.
28.No hurte más.
Pablo está hablando en general a conversos procedentes del paganismo. 1027 Además del acto directo de apoderarse de la propiedad ajena, existen muchas formas en las cuales podemos hacernos culpables de este pecado, como por ejemplo por medio de una fraudulenta o astuta transacción comercial. Por lo tanto, la orden de Pablo puede aplicarse también a los que se llaman cristianos. El robo se esconde tras muchos disfraces solapados; pero siempre es una violación del mandamiento básico de amar al prójimo.
Trabaje.
Se puede discutir si el robo es causa o efecto de la holgazanería; pero no hay duda de que el trabajo es su remedio. Pablo prohibe no sólo un mal. Si es verdad que "la naturaleza aborrece el vacío", es igualmente cierto que un hábito que se abandona debe ser reemplazado por otro (cf. Mat. 12: 43-45). El ocio y el robo tienden a marchar juntos, así como el trabajo y la honradez comúnmente tienden a ir de la mano.
Haciendo con sus manos.
Pablo dio un ejemplo de trabajo manual (Hech. 20: 34), imitando a su Maestro que también trabajaba con sus manos en el banco de carpintero. El trabajo honrado físico o mental es esencial para la felicidad del hombre. Ningún cristiano debe ser mantenido por otros si puede sostenerse a sí mismo. En el trabajo arduo hay valor terapéutico. La instrucción paulina es psicológicamente correcta y espiritualmente verdadera (cf. Rom. 12: 11).
Para que tenga qué compartir.
Hay otra razón para esta exhortación al trabajo. Muchos no pueden sostenerse por su edad avanzada o debido a estar incapacitados por otra razón, y esto da la oportunidad de demostrar la unidad, que es el tema de la epístola. Para el cristiano es un privilegio dar a los que están en necesidad, los cuales perecerían sin esa ayuda. El cristiano no debe ganar dinero sólo por ganarlo. La remuneración del trabajo honrado debe ser recibida y repartida dentro del espíritu de la mayordomía cristiana. El creyente trabaja para poder ayudar a otros después de haber cumplido su obligación con la sociedad de sostenerse a sí mismo. El cristiano vive en marcado contraste con el ladrón.
29.Corrompida.
Gr. saprós, "podrido", "corrompido", "pútrido". Saprós describe un árbol malo en Mat. 7: 17, y en Mat. 13: 48 se aplica a los peces no aptos para la alimentación, y que eran desechados. Las palabras impuras demuestran que el corazón está corrompido, "porque de la abundancia del corazón habla la boca" (Mat. 12: 34). Las groserías, las bromas y los cantos obscenos y aun la conversación frívola e intrascendente,
deben estar ausentes de la vida del cristiano. La verdad es que indican que no se ha producido el proceso de la regeneración.
La que sea buena.
No basta que el cristiano se abstenga de un lenguaje impropio; sus palabras deben ser constructivas y útiles. Jesús amonestó contra el uso de palabras ociosas (Mat. 12: 36), o palabras sin un propósito bueno.
Para la necesaria edificación.
Literalmente, para la "edificación de la necesidad". Compárese con la traducción "para edificar según la necesidad" (BJ). El lenguaje del cristiano no siempre debe ser de carácter severo o serio, sino edificar en todo momento, ser constructivo, para que los hombres sean mejores de lo que eran antes de que oyeran sus palabras. En el vers. 28 se enseña que la obra del cristiano debe ser para el beneficio de otros, y aquí se enseña que sus palabras deben ser benéficas para sus prójimos. El lenguaje áspero no es el único que corrompe, sino también las palabras que difunden egoísmo, malicia, crítica o son de doble sentido. Nuevamente el apóstol parece tener en cuenta el tema de su epístola: la unidad. Lo que no edifica, destruye; por lo tanto, debe ser descartado. Cf. 1 Tes. 5: 11-14.
Gracia.
Gr. járís, que aquí probablemente significa "beneficio". "Que sea conveniente para. . . hacer el bien a los que os escuchen" (BJ); "para favorecer a los oyentes" (NC). Cf. com. Rom. 3: 24.
30.Contristéis.
Gr. lupéÇ, "causar dolor", "causar tristeza". Este imperativo griego puede traducirse "no sigáis contristando", o "dejad de contristar". La personalidad del Espíritu Santo está aquí claramente definida: sólo las personas pueden entristecerse. En cuanto a cómo el Espíritu Santo puede ser contristado, ver com. Mat. 12: 3 l.
Sellados.
En un pasaje anterior (cap. l: 12-13) se dice que los creyentes fueron sellados "en Cristo"; aquí se afirma que son sellados por el "Espíritu Santo" (ver com. Efe. l: 13; cf. 2 Cor. 1: 22). Acerca del significado del sello, ver com. Apoc. 7: 2. La recepción del Espíritu Santo en la conversión es la refrendación divina de que el creyente es aceptado, que la aprobación celestial descansa sobre su elección y su vida cristiana.
Para.
Se espera que el creyente persevere y sea glorificado. Esto sólo ocurrirá si retiene "firme hasta el fin la confianza y el" gloriarse "en la esperanza" (Heb. 3: 6). El acto del sellamiento no garantiza para siempre la salvación, pues es posible pecar contra el Espíritu Santo y así perder el derecho a la redención (ver com. Mat. 12: 3 l; cf. com. Heb. 6: 4-6). El pecado imperdonable es la culminación de una serie de actos con los que se ha entristecido o contristado al Espíritu Santo. Por esta razón es importante no cometer ni un solo acto de esa naturaleza.
31.Amargura.
Gr. pikría, "amargura"; "acritud" (BJ). En sentido metafórico puede referirse al temperamento, carácter o disposición del ser humano. Una persona amargada siempre está oponiéndose a sus prójimos, impidiendo así que haya unidad con ellos (cf. Hech. 8: 23; Rom. 3: 14). Una enumeración de pecados semejantes se presenta en Col. 3: 8.
Enojo, ira.
Gr. thumós kai org�. Thumós denota un estado mental pasajero de exaltación y furia; org�, una condición permanente de resentimiento y enemistad (cf. com. Rom. 2: 8).
Gritería.
Gr. kraug� "grito", "clamor", "gritería". La disputa entre fariseos y saduceos acerca de la doctrina de la resurrección fue una kraug� (Hech. 23: 9)
Maledicencia.
Gr. blasf'mía, "blasfemia", "injuria", "difamación". Los gritos y afirmaciones enfáticas pronto se convierten en difamaciones que son un esfuerzo por arruinar la reputación de otros. Todos los males mencionados en este pasaje tienden a perturbar la unidad del conjunto de creyentes, pues crean barreras entre los que deberían sentirse mutuamente atraídos en virtud de la ciudadanía celestial que tienen en común.
Malicia.
Gr. kakía (ver com. Rom. 1: 29). Algunos perciben un orden natural en la enumeración de Pablo: la amargura pronto se convierte en un enojo explosivo y arrebatado; el enojo se transforma en una persistente ira; la ira conduce a una vulgar gritería; la gritería siempre está acompañada de injurias o difamaciones. Todo esto se origina en una malignidad satánica albergada en el corazón humano; por lo tanto debe ser completamente eliminado, pues forma parte de las obras de la carne (Gál. 5: 19-2 l).
32.Benignos.
Gr. jrestós, "gentil", "bondadoso". La sencilla amabilidad o gentileza (jr'stót's.) es una de las características positiva más profundas que hablan en favor del cristiano; es un fruto del Espíritu (Gál. 5: 22). benignidad es lo opuesto de la malicia d Efe. 4: 3 l. La conversión transforma la malicia en benignidad mediante una alquimia espiritual. Misericordiosos.
Gr. éusplagjnos, "misericordioso", "compasivo". Esta palabra se traduce "compasivos" en 1 Ped. 3: 8. Compárese con la expresión "entrañable misericordia" (Col. 3: 12), lo cual equivale a considerar con ternura las debilidades y necesidades de otros. Una actitud de insensibilidad e indiferencia ante el sufrimiento, es completamente incompatible con el espíritu cristiano (cf. Luc. 6: 36; Fil. 2: 4; 1 Ped. 3: 8).
Perdonándoos.
La benignidad y la misericordia son de poco beneficio a menos que sean la expresión de un espíritu perdonador. La benignidad, si no produce perdón puede ser sólo una especie de cortesía o urbanidad. El espíritu perdonador es mucho más que un ideal o que una virtud; es una decidida actitud del corazón y de la mente.
El Señor Jesús es el único Modelo que debemos seguir (Mat. 6: 12; Luc. 6: 36). El perdón fue comprado a un precio infinito; pero a los seres humanos nada les cuesta, excepto el sacrificio del orgullo personal al perdonar a otros. Nuestro perdón tiene que ser medido o comparado con el perdón divino (cf. Mat. 18: 32-33); un hecho que es tanto más sorprendente cuanto más meditamos en él.
En Cristo.
Se repite otra vez la frase clave de la epístola (ver com. cap. 1: l).